Quién no ha recibido alguna vez un regalo que considera de mal gusto o ha comprado algún souvenir que luego de verlo en casa lo encuentra espantoso y que con gusto le gustaría desaparecerlo o destruirlo pero que por distintas razones no se atreve a hacerlo.
Se dice que los gustos son muy variados pero de alguna manera el mal gusto tiene un límite. Una muestra de ejemplos “horrorosos” se presentan en el Museo de la artesanía de Winterthur (Suiza) bajo el título “Böse Dinge” (cosas malas). Esta exposición examina lo que es el buen y mal gusto, como se han alterado estos criterios en el contexto de las nuevas condiciones sociales, económicas y ecológicas para que finalmente la persona que visita la muestra saque sus propias conclusiones. Los visitantes están invitados a contribuir con sus propias «cosas malas» a la exposición. Luego de mirar la exposición cada uno decide qué hacer con sus contribuciones: mejorarla, empeorarla, darla en adopción o simplemente destruirla.
