Es el nombre de la primera exposición europea en solitario, de la ilustradora Justine Ashbee. Estos hilos eléctricos, parece que fueran desarrollados en ordenador y con software super controlado, y nada más lejos de la realidad.
Por suerte hay quien le viene la fama y la fortuna por hacer y ser bueno en seguir ilustrando y diseñando con las manos, con lo básico como un bolígrafo y un pedazo de papel.
“Hilos eléctricos” es un buen ejemplo para acercarnos a ese lado humano que tiene una propuesta absolutamente moderna y actual en el mundo de la ilustración y la abstracción de las formas. Es una colección de dibujos que se basan en la fabricación de espacios a través de ondas; siendo el origen de ellas, el mundo sonoro como interés y punto de partida.
Es esa realidad física la que le lleva a crear y analizar los aspectos estructurales que diferentes medios acústicos y materiales son propuestos en su experimentación.
Justine teje formas que son como un rastro del invisible, cosas que sentimos y conocemos y aún no podemos ver.
Según la artista, ella parte de un bolígrafo, con una curva de la cual las líneas empiezan a surgir, desarrollarse y crecer casi de forma biológica, y sí, muy intuitiva.
La metodología es rítmica, espontánea pero muy firme. Si no estás frente a la obra original, no sabes que es todo manual, son tan precisos sus trazos, que vale la pena dedicarle una especial atención.
Justine Ashbee se graduó en Bellas Artes en la Rhode Island School of Design. Su fondo está en Textile Arts, ella explota los paralelos visuales y conceptuales de la ciencia y los estudios del conocimiento. Actualmente vive en Seattle.
Justine es co-comisaria de: Cairo, un nuevo espacio de artes en Capitol Hill y es la directora artística de Noise Design.
