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Efecto Souvenir

“En la pompa del consumo turístico, el souvenir representa la encarnación del gasto inútil.
«Como principal medio simbólico del turismo, este pequeño recuerdo producido al por mayor, no puede ocultar su propia banalidad, pero contribuye a hacer tangibles las experiencias intangibles del viaje.”
Fernando Estévez Gonzalez.

Así comienza un artículo publicado en el diario El País, escrito por Estévez González en donde se analiza la doble condición del souvenir, por un lado su inutilidad y por otro su potente capacidad simbólica. De hecho la dualidad parece formar parte del souvenir, alta y baja cultura, entrañable y pobre, ultralocal y global, etc. y con este espíritu se plantea en Barcelona, la exposición que está a pocos días de terminarse: «Efecto souvenir. Fetiches de viaje, más allá de los tópicos»

La exposición abarca un análisis amplio, entra en los efectos negativos, sin caer en la fascinación de los “grandes” almacenes del horror que suponen el panorama kitsch al que muchos pertenecen, pero también muestra los efectos emotivos, narrativos y después de todo, hasta terapéuticos.

El souvenir es un elemento omnipresente en el imaginario colectivo, su presencia va más allá del viaje y se ha incorporado de pleno en el paisaje objetual de la mayor parte de lugares. Es difícil entrar en la casa de alguien y no encontrar un recuerdo de un viaje o de una aventura personal. Son objetos que tienen a sus espaldas toda una historia. Solo basta acercarse a ellos para que su dueño nos explique los entresijos.

Ha valido la pena recorrer la muestra y ver al souvenir como “fetiche de viaje y por otro lado la nostalgia” paseando por los valores que añadimos más allá del objeto mismo, así como la necesidad de recordar las experiencias vividas de un viaje.
El fetiche, descubriendo el mecanismo del souvenir mediante la magia, la vida, el eros.
La nostalgia como flashbacks y momentos congelandos de las experiencias vividas.
Los orígenes con una pequeña historia, reliquias, los souvenirs didácticos, etc.
Los testimonios personales como son los cuadernos de viaje, las postales, las fotos, etc.
Los souvenirs por extracción de acuerdo al viajero; el aventurero, el coleccionista, el furtivo, etc.
Los souvenirs en serie que son todos los recuerdos que son manufacturados o “preparados” para ser consumidos rápidamente.
Y así miles de objetos que han sido recogidos y catalogados de varios países del mundo y personajes conocidos como de anónimos.

Efecto souvenir: la médula de la expo. Cuando llegamos después de haber visto la evolución del souvenir. El problema es que aquello que es consumido, inevitablemente es usado y posteriormente descartado. El resultado es que de los lugares visitados, reproducidos mil veces por las cámaras de fotos, postales, llaveros, etc., han de dejar de ser eso que eran para poder ser consumidos.
Los recuerdos y los lugares turísticos serán icónicos o no serán.
Otro efecto es la pérdida de biodiversidad comercial. En los lugares donde el turismo es intensivo, los comercios tradicionales se ven desplazados por los almacenes turísticos. El paisaje urbano se ve modificado hasta el punto que el más típico barrio se convierte en los mismos turistas.
Todo lo que no es y pretende ser un souvenir, para vender historia o recuerdos como metasouvenirs.

Y por último souvenirs creados como tal, pero que mediante la ironía y crítica intenta transmitir mensajes más allá de lo que fueron creados, mediante objetos, arte, etc., convirtiéndose en metasouvenirs.

Todo un mundo girando alrededor de esas pequeñas cosas que siempre terminamos comprando o llevándonos de los lugares en los que estamos, porque ahora quién más viaja, quién más conoce, es quién más bagaje cultural tiene, dicen… y con eso, ¿la infallable muestra de haber estado?

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