Quería hacer algo enorme e intenso para el nuevo show en vivo, así que me decidí por un proyecto que intentaba visualizar el infinito y sus vínculos con nosotros en nuestra vida cotidiana. Para cada capítulo de la historia encontré una técnica diferente para abordarlo, en este caso, la simple idea de repetición. Aplícalo y tendremos una forma de infinito. Esto también encajaba naturalmente con mi música, donde tenía una buena excusa para empujar el barco repetitivo incluso más de lo habitual. Lo mantuve muy simple para centrarme en la idea, con una evolución lenta y variantes ocasionales para mantener un compromiso melódico.
Visualmente, tuve la suerte de poder trabajar con uno de mis artistas favoritos, Kevin McGlouglin, donde contamos el lado humano de la historia, nuestra búsqueda interminable de crecimiento y «progreso», nuestra duplicación de formas construidas y ciudades en expansión, buscando un futuro ilimitado de expansión urbana. Era una audio-visualización que englobaba el título del proyecto «Anhelo de infinito». Pero a pesar de los problemas que ponen en peligro la sociedad en torno al consumo humano y la sostenibilidad, no se suponía que fuera un escenario fatal. Lo intentamos musicalmente y no pareció encajar. Hubo un vaivén sobre las ideas y su representación musical y visual, y lo que funcionó fue algo que para mí parece más centrado en el valor de nuestro esfuerzo interminable que en su posible papel en nuestra caída.
+info: maxcooper.net / kevinmcgloughlin.com
