Cuando pienso en un logotipo y su identidad visual, lo que más me interesa luego de su originalidad icónica es la capacidad de implementación del mismo y su adaptabilidad a las situaciones para las que fue creado. Este es el caso exitoso del logotipo y la identidad visual creadas por ImagenHB para la celebración del Bicentenario Argentino.
En estos tiempos donde los gobiernos latinoamericanos están muy preocupados por reforzar sus respectivos mensajes políticos, es cuando la utilización correcta y efectiva de programas de identidad corporativa dentro de estrategias de Branding, son claves para amplificar los mensajes de unión, optimismo y nuevos ideales. Los festejos de celebración del Bicentenario Argentino (que coincide con la de otros países como Ecuador) son una clara muestra de estos procesos y para ello se convocó a un concurso para escoger el mejor logotipo junto a un programa de implementación que represente los ideales del gobiernos argentino, que en palabras de la presidenta Kirchner se resume en «repensarnos como país, con la mirada hacia adelante».
La propuesta del estudio argentino ImagenHB comandado por Hernán Berdichevsky junto a Gustavo Stecher
y Juan Pablo Tredicce, fue la opción escogida para representar los festejos del Bicentenario que además de proponer un logo universal que identifique la celebración nacional, tenga la capacidad de adaptarse a los festejos de cada provincia argentina sin perder su valor conceptual e identificatorio. Es decir, el logotipo tiene una gran capacidad de adaptabilidad formal y cromática según el caso, representando los colores de cada provincia (diversidad), manteniendo su forma original. Otro de los aspectos, yo diría el más importante, es la capacidad de síntesis del logo el cual representa los valores que buscaba el gobierno transmitir y que en palabras del ImagenHB es «Un sol que ilumina cada rincón, cada ciudad y cada pueblo de nuestro país. Una flor que crece en cada uno de nosotros. Bicentenario Argentino, Sol de Mayo”.
En las imágenes siguientes se puede apreciar la capacidad de adaptación del logotipo a diferentes circunstancias, comparándolo con la guía de estilos o manual de identidad (abajo). Me parece interesante como además se pensó en la integración del logotipo del Bicentenario con la identidad visual de los ministerios, presidencia y marca país (nótese que son uno solo) manteniendo armonía sin crear discordia entre los mismos.
Cabe destacar que este proyecto fue realizado por un estudio especializado en identidad corporativa y branding que conoce del tema y que además enfocó sus esfuerzos hasta el último detalle (se aprecia en la guía de estilo) para que la implementación del sistema sea exitosa. El tener un logotipo funcional y original es sólo uno de los componentes que aseguran el éxito del sistema, sus normas de aplicación y adaptabilidad son en realidad las que cierran el proceso.
Agradecemos al estudio ImagenHB por proporcionarnos el material para esta nota.
Excelente artículo y excelente trabajo de HB. Algunos por estas latitudes deberían tomar clases. Participe en el «concurso» para el logo de Bicentenario de aquí, y ví algunas propuestas. No salió la de mi equipo, tampoco otras que a mi parecer estaban aceptables. Para sorpresa mía salió una de las que peores resueltas estaban.. motivo de esta selección, no sé, conociendo el entorno mas o menos me voy por dos caminos: pajazo mental o palancazo. El resultado un logo con menos de un año en la calle que nadie comenta, nadie recuerda, nadie se sintió identificado y de ley, seguro, mucho dinero a los bolsillos de algunos.
kiko
Interesante artículo.
Se muestra claramente de donde salió la idea y su evolución que es algo importante para mí y muy buena ejecución desde mi punto de vista. No dudo que en Ecuador hay excelentes diseñadores, considero que hay mucha gente que no tiene cultura visual y hasta que no haya eso, la gente se irá por el «más bonito» que suele ser algo que es común y ordinario que no perdure.
Creo que es importante que organismos como Grafitat ayude a crear una cultura visual en el país haciendo eventos invitando a empresas, entidades gubernamentales, sociedad civil, etc sobre el por qué una comunicación visual es útil y las grandes ideas perduran. Al fin, son éstos organismos quiénes solicitan nuestros servicios, ¡no son los diseñadores!
Hola Miguel,
Gracias por tus palabras de aliento. Durante el corto tiempo que llevamos adelante el proyecto Grafitat nos hemos dado cuenta que hay muchos frentes que necesitan ser nutridos. Los que tu anotas, empresas, estado, organizaciones, tienen una bajísima percepción del potencial del diseño gráfico, nosotros creemos que esto se genera desde nuestro núcleo profesional y por esa razón tratamos de potenciar a todos los interesados. Es verdad, debemos involucrar a los clientes y organismos que compran nuestros servicios.
Hola Esteban.
Considero muy importante la labor que está haciendo Grafitat ¡y espero que así sea por mucho tiempo!
Me parece curioso que la «bajísima percepción del potencial del diseño gráfico» se genere del núcleo profesional. No conozco la realidad profesional en Ecuador. Me deja pensando el comentario…
Hola Miguel,
Nosotros también esperamos seguir adelante, no es sencillo.
Lo que quise decir es que como diseñadores nos encargamos de transmitir una imagen equivocada a los clientes o personas con las que trabajamos. Por lo general le hechamos la culpa a los clientes, a la crisis, al gobierno de turno, etc. Pero pocas son las veces en que nos encargamos de mejorar nuestra posición como profesionales frente a otros actores.
Por ejemplo, aprendemos a utlizar lo último en tecnología, asisitimos a conferencias de diseño, pero ¿cuando nos ocupamos de tratar temas de gestión, administración, procesos tributarios, legales, relaciones públicas, estrategia?
Estos temas quedan en el olvido y dejamos al azar que nos guíe por el difícil mundo de los negocios.
Entonces es muy fácil que los clientes nos vean como operadores de compu o buenos “creativos”, pero no como profesionales capaces de solucionar problemas más integrales de la comunicación visual. De ahí la poca valía a lo que hacemos por parte de personas que desconocen la importancia de nuestra profesión. Me parece que los centros de enseñanza tienen que replantear los pensums de estudio y de dejar de formar “operadores” para agencias de publicidad y en su lugar graduar profesionales que sean capaces de proponer proyectos y soluciones que mejoren nuestra sociedad.
Saludos
[…] colours making the identity more flexible and personal, without losing its distinctive form. via grafitat and lh5.ggpht.com « Masai postcard […]
Hola Estaban.
Nuestra conversación claramente ya se desvió a otro tema diferente al de la nota de arriba.
Me das la impresión que has detectado una deficiencia en los centros educativos cuando aludes como «operadores » a los diseñadores. Supongo que habrá que conversar con las autoridades de turno para «replantear los pensums» como sugieres.
Comparto la idea de que los «profesionales… …sean capaces de proponer proyectos y soluciones que mejoren nuestra sociedad». Yo pensaba que precisamente eso era el rol de las universidades y/o los centros educativos…
El énfasis de mi educación gráfica siempre ha sido en el desarrollo de ideas y el uso de programas no era importante. Que es más… aprendí a usar mejor los programas cuando salí de la universidad ya que casi todo lo hacía de una manera rudimentaria.
Sobre tu pregunta: «¿cuando nos ocupamos de tratar temas de gestión, administración, procesos tributarios, legales, relaciones públicas, estrategia?» Yo diría que la gran mayoría (por no decir todos) quienes trabajan en las industrias creativas dejan especialmente las finanzas y administración a un lado… y eso es algo que uno aprende hacerlo cuando se tiene un poco de experiencia.
Saludos.