Marco Chamorro, estudió Máster en Álbum Infantil Ilustrado en la escuela «i con i». Para Marco, autor de libros para niños , el papel y lápiz son los medios más eficaces para dar vida a personajes y escenarios que transmiten el sentir de reconocido ilustrador ecuatoriano.
En el transcurso de su profesión ha ilustrado libros de autores como Leonor Bravo, María Fernanda Heredia, Edgar Alan García, Horacio Quiroga, Ambrose Bierce, Elena Corujo Morales, Gilberto León Ortiz, Charles Dickens.
Como autor integral ha publicado dos libros álbum, “Segundo Acto” con la Editorial Fondo de Cultura, México y “Felini” con la editorial Altea, Ecuador.
Consecuencia de su excelente trabajo, ha recibido varios premios, dentro de los más destacados están: Premio Nacional de Ilustración Quito, Ecuador, 2012. Representante del Ecuador en la Lista de Honor del IBBY (International Board on Books for Young People) en los períodos 2011 – 2012.
Después de un largo encierro creativo, Marco nos presenta en esta oportunidad: Mestre Wilson, un libro-álbum ilustrado para niños que trabajó desde el año 2011 con Bladimir Tejo, cuando el personaje del mismo era un caballo.
En el 2012 viajó a Madrid a seguir el Máster en álbum infantil ilustrado y fue ahí en donde trabajó el libro durante un año. Gustavo Puerta, especialista en LIJ, fue quién guió a Marco en todo el proceso, donde Wilson dejó de ser un caballo para convertirse en una persona. Además, cambió la idea primigenia, del caballo pintor de brocha gorda que sueña con ser artista, para convertirse en un libro que trata el tema de la locura y dejó de llamarse “Maestro Wilson” para llamarse “Mestre Wilson” como en el Medioevo, Mestre Leonardo o Mestre Miguel Ángel.
La técnica que se emplea en el libro es a base de óleo y tinta china sobre cartulina Canson.
Chamorro se centró a trabajar en el personaje de la historia, que tenga vida, antes, durante y después del libro. Porque como él mismo nos contó, Wilson- el caballito- pasó a convertirse en una persona que conforme pasaban los días y meses iba cobrando vida y entre más vivía más se iba deschavetando, más se iba volviendo loco.
Luego de trabajar en el fondo y forma de los gráficos y la trama de esta historia, era hora de encajar todas las piezas del libro por medio de un guión, “la banda sonora”, que acompañará la secuencia de imagines, página a página.
Todo el proceso de principio a fin para consolidar este proyecto fue apasionante para Chamorro, quien vio crecer a Wilson, el humano, el que recorre las calles pintando su locura.
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