Por: Eric Karjaluoto.
Tengo un trabajo, es uno bueno y de hecho lo amo, por medio de éste me encuentro con personas de organizaciones que están haciendo un trabajo interesante y llego a conocer todo acerca de sus esperanzas y desafíos.Es así como ayudo a que estas organizaciones a desarrollen un plan, creen nuevas ideas y construyan los elementos que éstas necesitan.
Aquellos que no son diseñadores pueden estar sorprendidos por lo difícil que llega a ser esta vocación, pero aunque algunos no lo comprendan se encuentran un poco interesados en la búsqueda. Tengo una corazonada que me dice que incluso el peor día de un diseñador es mejor que el mejor día de un vendedor de seguros de vida.
La mayoría de diseñadores que conozco piensan igual que yo, que el diseño es un oficio honesto, que presenta dificultades que valen la pena. Este hecho me lleva a preguntarme ¿por qué tantos diseñadores tratan de arruinar esto?
A principios de este semana, nuestra agencia recibió una invitación por parte de otra tienda local, en la cual se nos pedía ser parte de un “enfrentamiento de diseño”. El gerente de nuestra oficina me envió la invitación en un mensaje que preguntaba si estaba interesado y mi respuesta fue: “No puedo imaginar algo menos agradable”.
Con esto no quiero menospreciar lo que estas personas están tratando de hacer, lo más probable es que este evento sea un esfuerzo para construir la presencia de su tienda y lograr crear contactos con otras personas de la comunidad. Es sólo que estoy terriblemente cansado de que este comercio sea inválido sin que otras personas creativas se den cuenta de lo que está pasando.
Sí, me gusta mi trabajo, y sí, me gusta salir con mis colegas de la industria, con esto quiero decir que mi trabajo como diseñador no es un concurso o un evento social. A mi al igual que cualquier otro trabajador me pagan por mi experiencia, pues cuando termino un proyecto, regreso a casa con mi familia, quienes ven muy poco de mí (o al menos eso es lo que dicen) y esto es suficiente para mí ya que no necesito de “enfrentamientos creativos”.
Tal vez soy un cascarrabias que necesita relajarse un poco. Además todo esto es por diversión, ¿verdad?. Lo que pasa es que no puedo escapar a la idea de que todos los diseñadores se abarataron como resultado de esta locura. Creo que esta situación de ser motivados por concursos y estrellas de oro como premios es algo para niños en fiestas de cumpleaños.
A partir de estas actividades, los clientes probablemente nos ven de la misma manera, como niños que son premiados en una fiesta de cumpleaños. Personalmente, no puedo imaginar un abogado que se emocione por pasar un fin de semana en un enfrentamiento que ponga en prueba sus habilidades en litigios locos.
A pesar de todo lo mencionado, esta situación continuará por que nuestra industria no logra madurar y los diseñadores parecen ser incapaces de atribuir un valor adecuado al trabajo que realizan. Y son precisamente éstos los que señalan a los clientes que no toman en serio el diseño.
+info: Eric Karjaluoto
A mi no me molesta la idea de un concurso, es más me incentiva, me da curiosidad en conocer el trabajo de otros colegas y hacerlo me parece divertido, además, quién quita que pueda aprender algo nuevo, después de todo cada día aprendemos cosas, y si!.. de pronto me dirán que para aprender me lea un buen libro, y bueno si!, pero algunas personas aprendemos de diferentes maneras, es más creo que si fuera abogado me sería super divertido pasar un fin de semana resolviendo «litigios locos» (LOL).
¿Será que opino esto por que no tengo familia, ni estoy casado, ni tengo hijos?, ni idea…
Y mi pregunta es ¿de que debemos darnos cuenta?.
Saludos.
Totalmente de acuerdo con Eric Karjaluoto, la profesión de diseñador gráfico ha sufrido una desvalorización crónica por el pensamiento mediocre de algunos diseñadores, los «concursos» chimbos para lo único que sirven es para robar ideas y a la final prostituir el buen trabajo creativo real, ahora cualquier persona que se baja unos vectores o sabe algo de photoshop se dice diseñador y es lo más alejado de la realidad por eso vemos tantos trabajos pésimos, copiados o super influenciados en tantos medios y no creo que sea pretexto el no tener nada que hacer para menos preciar el valor del trabajo creativo gráfico y sin con esto no te das cuenta Nikolis no sirves para diseñador.
Siempre me he categorizado por ser neutral en las cosas profesionales. Pero lo que aquí expone Eric esta correcto, porque si uno es profesional en cualquier área y te sientes a gusto con tus capacidades y habilidades no necesitas de restregar ni de sacar pecho para decir que eres el mejor que todos…
Lo que indica Nikolis también tiene su parte buena, si el concurso es para incentivar la creatividad estaría bien pero no para incentivar una competencia, porque somos seres humanos y por naturaleza somos competitivos… Es verdad que cada día aprendemos más y alguno nuevo y novedoso se nos cruza por nuestro andar a cada instante.
Yo en lo persona no me gusta participar en estos tipos de concursos pero si me gusta asistir para poder observar y conocer tendencias y la forma de creatividad que tiene cada uno de los participantes. No estoy despretigiando a los que gustan de participar, pero lo mejor como profesionales es saber respetar y entender las opiniones de los demás. 🙂
Sobre la pregunta ¿De que debemos darnos cuenta?, creo que la respuesta ideal sería: Hay que darnos cuenta cuando un concurso es para una competencia sana, como decir un evento de presentación de los mejores trabajos o cosas así; y cuando un concurso es una mera competencia de destruyanse y humillense unos a los otros…